lunes, 21 de junio de 2010

El hombre de las cinco y veintitrés

Aquel es el hombre de las cinco y veintitrés. Todos los días, a la misma hora, se deja caer por la misma cafetería, La Fontana, que se encuentra en la avenida principal, cerca del puerto. Un viernes de octubre decidí acercarme a su mesa, la misma en el que se toma su capuccino diario, la que estaba junto a la ventana desde la que se puede observar el parque de la avenida. Nunca llegué a decirle nada, pero le miré, y él me devolvió la mirada. Desde aquel día supe que era especial. No le conozco, sólo sé que es el hombre que todos los días, a las cinco y veintitrés aparece en aquella cafetería.

5 comentarios:

  1. Ya me gustaría a mí también conocerlo.

    Un muá(h) y un sugu de frambuesa!

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  2. porque una mirada dice más que mil palabras porque ellos son puros y sinceros :)
    beso grande!!

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  3. en mi biblioteca hay un hombre rubio, muy gracioso es el hombre de las 6 y diez

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Coloréame el alma con palabras