Un día, hacía tan solo unos meses, ella también conoció en ese bar al que durante mucho tiempo había creído que sería el padre de sus futuros hijos... ¡Ella si que era ingenua! A estas alturas de la vida empezaba a comprender que no era ni la primera ni la última víctima que se dejaba seducir por aquel prototipo de hombre.
Otra noche más sería testigo de como otra mujer cometía el mismo error, como la noche en la que ella, tiempo atrás, había decidido entrar en aquella habitación y disfrutar del placer que le ofrecía aquel hombre entre sus sábanas de color rojo pasión. La diferencia es que en esta ocasión ella ya no era la víctima, era una simple observadora.
No sé qué duele más, si ser la víctima o la que observadora.
ResponderEliminar¡Beso!
Equivocarse es humano. ¡Por lo menos ha aprendido la lección!
ResponderEliminarBesos de Lacasito rojo pasión, Reichel :)
¡Qué avise a esas chicas! O, al menos, que vaya a otro bar que no le duela.
ResponderEliminarHombre, las hay tontas, pero también las hay que solo buscan echar un polvo, ¿eh?
ResponderEliminar(un café
y una tostada)
Se debe sentir tan idiota por haber creido en ese cretino que le robo el tiempo llenandola de ilusiones y visita ese bar, ese antro. ve una y otra vez el acto que ella cometio a través de esas chicas seducidas por hombres falsos, es como una pelicula de su viva memoria de hace unos pocos meses.
ResponderEliminarme encanto lo que escribiste =)
Demasiadas mujeres ingenuas en este mundo, es dificil avisar a todas... A lo mejor es mejor que se den cuenta por si solas.
ResponderEliminarUn beso.
nunca volvería a ser la víctima
ResponderEliminarquien no fue victima del falso amor
ResponderEliminarde gente como esa?
muy linda entrada
hola..
ResponderEliminarme suena que te leia antes!!!
Besos
me encanta todo lo que escribes :D te seguire cada día
ResponderEliminarbueno... observar tiene sus ventajas
ResponderEliminarTequilaaaa :D jajajajaja
ResponderEliminarCuando estas enamorada lo demas nunca importa, aunque tengas que ser la victima una vez tras otra!
Lo triste que volvemos a cometer los mismos errores una y otra vez. Te sigo. Un besazo!
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